AL FINAL DEL Antiguo Testamento, el profeta Malaquías escribió: “Entonces los que temían al Señor hablaron entre sí y el Señor escuchó lo que dijeron. En la presencia de él, escribieron un rollo de memorias para registrar los nombres de los que temían al Señor y siempre pensaban en el honor de su nombre” (Malaquías 3:16).
El Señor mira a aquellos cuyos corazones son fieles a Él en temor santo. Él registra sus nombres en su libro de memorias y ha afirmado que los deseos más profundos de sus corazones se cumplirán.
El temor de Jehová es un concepto que no puede revelarse por completo, sin importar cuántos libros se hayan escrito al respecto. Constituye una revelación progresiva y continua, al igual que sucede con el amor de Dios. Somos amonestados: “Antes persevera en el temor de Jehová todo el tiempo” (Pr. 23:17, RVR60). No podemos acercarnos demasiado.
El temor de Jehová también es difícil de definir. Comprende un espectro asombrosamente amplio, al igual que su contraparte, el amor de Dios. Por lo tanto, la definición que aquí se ofrece es parcial y simplemente un punto de partida en esta revelación, ya que no hay palabras que puedan describir la transformación interior del corazón. Creceremos en la revelación de Dios a lo largo de la eternidad. La revelación de su amor y nuestro temor santo hacia Él crecerán proporcionalmente.
El temor de Dios abarca, pero no está limitado a, respetarlo y reverenciarlo; pues se nos ha dicho que temblemos ante su presencia. El temor santo le da a Dios la gloria, el honor, la reverencia, la gratitud, la alabanza y la preeminencia que solo Él merece.
(Note que es lo que Él merece, no lo que nosotros pensamos que merece).
Cuando Dios tenga la preeminencia en nuestros corazones, anhelaremos sus deseos por encima de los nuestros, aborreciendo lo que Él aborrece y amando lo que Él ama, al temblar ante su presencia y su Palabra.
Ahora bien, oiga esto y medítelo en su corazón: usted servirá a quien tema.
Si teme a Dios, le servirá a Él. Si teme al hombre, servirá al hombre. Solo usted puede escoger.