Es el perfeccionador, el que termina y aplica la obra divina en la creación, providencia y redención. Ejecuta la voluntad del Padre y glorifica al Hijo. Es la persona de Dios que habita entre nosotros, da poder, guianza y consuelo a nuestras vidas y sustenta toda la creación. (1 Cor. 2:10-12; Hechos 1:8; Rom. 8:9-15; 1 Cor. 3:16; Sal. 104:30)
Creemos que Dios ha provisto sanidad física, emocional y mental, la cual es obtenida sobre las bases de la expiación de Cristo y que hoy podemos experimentar sanidad. ( 1 Pe. 2:24; Mateo 8:17).
Creemos en el Bautismo del Espíritu Santo como en el día de Pentecostés, como una obra de gracia después de la salvación; creemos en el continuo ministerio del Espíritu Santo, con evidencia de regalos y dones carismáticos, y en el fruto del Espíritu Santo en la vida del creyente. (Hechos. 2:4; 10:46, 19:6; Efesios 4:11; 1ª Co. 12: 8-11; Gál. 5:22,23)
Creemos en la existencia de un mundo espiritual invisible que es igual de real que el mundo material (Colosenses 1:16).
Ángeles – espíritus creados obedientes a Dios (que llegan a asumir forma de humanos) que sirven como mensajeros de Dios y no deben de ser adorados. Salmos 104:4, Hebreos 1:14, Col. 2:18.
Demonios – espíritus creados y son rebeldes a Dios (que llegan a poseer a humanos), que son mensajeros de Satanás, y sobre quienes Jesús nos dio autoridad para echar fuera. Mt. 12:27-28, Lucas 10:17, Hechos 16:16-18
Satanás – es un ser espiritual real que era un ángel (Lucifer) el cual se rebeló a Dios, tiene poder y sabiduría limitada y es el enemigo de Dios y de todo creyente. Mt. 4:10; Juan 10:10