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LECCION 33 VERDADES ETERNAS PARA OBTENER RESULTADOS ETERNOS

Así que hemos dejado de evaluar a otros desde el punto de vista humano. En un tiempo, pensábamos de Cristo solo desde un punto de vista humano. ¡Qué tan diferente lo conocemos ahora! Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado!

—2 CORINTIOS 5:16–17

LAS VERDADES ETERNAS producen resultados eternos; las verdades temporales o temporarias producen resultados temporales. Para erradicar una mentira, uno tiene que regresar a las verdades que existieron antes de la misma. Adán y Eva, siendo semejantes a Dios, estimaron ser iguales a Dios como cosa a que aferrarse.

Si usted cree las mentiras, entonces tendrá miedo de enfrentar la verdad. Volvernos de la verdad a la mentira hace que la luz dentro de nosotros se convierta en tiniebla. Perdemos de vista lo eternal y nos limitamos a lo evidente. El “yo” habita en el plano de las cosas que se ven, lo obvio y lo terrenal. La consciencia del yo constituye un resultado directo de la caída.

Me resulta increíble que la Biblia no contenga ninguna descripción física de Adán o Eva. Sus apariencias y “y edades no son una cuestión relevante. No encontramos ninguna descripción física de ningún individuo hasta después de que Adán y Eva se marcharan del huerto. Solo entonces a los hombres y mujeres se los definió por edades, hijos, trabajos y logros. En ocasiones, encontramos que se describe a una persona en cuanto a su relación con Dios, pero son ejemplos aislados y siempre apartados del resto.

Las vidas de tales personas se destacan únicamente en el plan de Dios para la humanidad.
Sarai o Sara es la primera persona a quien se le asigna una descripción física. Abraham temía la cultura impía que lo rodeaba a él y a su familia. Temeroso de que estos hombres malvados lo mataran y tomaran a su esposa, le pidió a Sarai que mintiera a fin de protegerlo:

Al acercarse a la frontera de Egipto, Abram le dijo a su esposa Sarai: “Mira, tú eres una mujer hermosa. Cuando los egipcios te vean, dirán: “Ella es su esposa. ¡Matémoslo y entonces podremos tomarla!”. Así que, por favor, diles que eres mi hermana. Entonces me perdonarán la vida y me tratarán bien debido al interés que tienen en ti.

—GÉNESIS 12:11–13

Después de la descripción de Juan el Bautista en las Escrituras, la necesidad por las descripciones físicas parecía una vez más perder importancia. El énfasis se trasladó de la apariencia externa y natural a la persona interna y eternal.

Hubo un tiempo, cuando Jesús caminó entre sus discípulos y otros creyentes en esta tierra como el Hijo del hombre; pero ahora habita en el cielo, y es imposible conocerle en el plano natural. Ahora le conocemos por medio del Espíritu, a través de las Escrituras. Se nos revela progresivamente, ya no como el Hijo del hombre, sino como el Hijo de Dios.

Los discípulos de Jesús lo habían conocido como un hombre natural, pero ahora Él es revelado como el Eterno. Pablo amonestó a los creyentes a adoptar esta misma visión de ver más allá de las cosas terrenales y evidentes y mirar las eternas; esto es: “Cristo vive en ustedes” (Col. 1:27).

Esto lo llevó a decir: “Él murió por todos para que los que reciben la nueva vida de Cristo ya no vivan más para sí mismos. Más bien, vivirán para Cristo, quien murió y resucitó por ellos. Así que hemos dejado de evaluar a otros desde el punto de vista humano. En un tiempo, pensábamos de Cristo solo desde un punto de vista humano. ¡Qué tan diferente lo conocemos ahora!” (2 Co. 5:15–16).

Cuando nos volvemos a Cristo, el velo de muerte es quitado, y podemos vislumbrar lo eterno una vez más. Es un proceso que implica la renovación de nuestras mentes y voluntades. En lugar de servir a nuestro yo, debemos ahora sujetar y entregar el yo una vez más al Creador. A fin de ser menos conscientes de nosotros mismos, debemos ser más conscientes de Dios.

QUITAR LOS OBSTÁCULOS

“¿Se encuentra envuelto en el velo temporal del yo o en las verdades eternas de Dios? Tome unos momentos para examinar qué cosas llenan su mente y corazón cada día. ¿Cómo puede concentrarse más en Dios y menos en las preocupaciones egoístas?

ORACIÓN

Padre celestial, por favor perdóname por toda tendencia que tenga hacia el dominio del yo. Tú dijiste que debo tomar mi cruz, negarme a mí mismo y seguirte. Señor, por mucho tiempo no me he negado a mí mismo, sino que he sido completamente consciente de mí mismo. He vivido para protegerme y sostenerme por mi cuenta. Por favor, perdóname. Renuncio a la naturaleza pecaminosa que busca servir al yo, y te pido que me enseñes a servirte a ti. Quiero ser cada vez más consciente de tu voluntad y tus caminos, y cada vez menos consciente de los míos. Restaura mi vista.

Abre mis ojos y permíteme volver a ver lo eternal y volverme de lo carnal y terrenal.

Quito los ojos de mí mismo y los pongo en ti. En el nombre de Jesús, amén.

GUÍA PARA EL CAMINAR DIARIO

Juan 6