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LECCION 18: YO IRE A DECAPOLIS

Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía pasar por aquel camino.

Introducción

Para romper el hielo:

Qué te causa más miedo ¿Ahogarse, un accidente, o un incendio?
¿Existe algo o alguien por lo que usted estaría dispuesto a morir?
¿Qué o quién es? ¿Alguna vez usted escapó de la muerte?
¿Cómo fue?

Jesús llegó a la región de los gadarenos, Gadara era una de las ciudades que formaban la
Decápolis romana, un territorio gentil conocido especialmente por sus diez ciudades, con un
estilo de vida griego, con sus dioses griegos, con su cultura griega, por eso es que podemos
ver que los habitantes de esa región apacentaban cerdos, lo cual ningún judío haría.
– Jesús, una vez más toma la iniciativa de ir a una región de gentiles para buscar a dos
hombres que jamás podrían ser libres y salvarse por sus propios medios, nadie absolutamente
podía hacer algo por ellos, solo el Señor.

“Cuando llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos
endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera, tanto que nadie podía
pasar por aquel camino”. Mateo 8:28

Los endemoniados vivían entre los muertos, habían dejado sus familias, habían dejado todo,
para ir a vivir entre los muertos.
Estos hombres al igual que toda persona que vive sin Cristo:
– Elos vivían en los sepulcros, vivían siempre entre los muertos, es decir donde no hay vida,
– Donde no hay gozo.
– Donde no hay amor, porque así es el mundo sin Cristo, así es la sociedad sin Dios.

Ellos necesitan desesperadamente el mensaje de Vida que nosotros poseemos.


Estos pobres hombres “andaban dando voces en los montes y en los sepulcros y se herían a
sí mismo con piedras, quizás gritaban pidiendo ayuda, quizás gritaban de dolor, de soledad,
de tristeza, pero gritaban donde nadie los oía, en los montes y en los sepulcros.

Esa misma desesperación los llevaba a autodestruirse, a hacerse daño a sí mismos, y se
herían con piedras, pues tenemos que comprender que Satanás quiere la destrucción de
la vida del ser humano.

Cuántas personas en el mundo, en nuestra sociedad gritan por su soledad:

– Muchos jóvenes gritan hacia sus padres por medio de su rebeldía.
– Las parejas gritan pidiendo ser amadas.
– Las personas del mundo están gritando desde lo más profundo de su corazón que
necesitan atención, que necesitan amor, que necesitan comprensión.
Levantémonos y vayamos en el Nombre de Cristo para llevarles consuelo, amor,
esperanza y salvación.
Después de que estos hombres fueron liberados de la legión de demonios que los poseían, le
rogaron a Jesús que les permitiera permanecer con él.

Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con
él. Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán
grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.
Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y
todos se maravillaban”. Marcos 5:18-20.

Era duro para ellos separarse del Salvador. Les iban a asediar seguramente grandes
dificultades en su trato con sus compatriotas paganos.

Y su largo aislamiento de la sociedad parecía haberlos descalificado para la obra que él había indicado.


– Pero tan pronto como Jesús les señaló su deber, estuvieron listos para obedecer.
– No sólo hablaron de Jesús a sus familias y vecinos, sino que fueron por toda Decápolis,
declarando por doquiera su poder salvador, y describiendo cómo los había librado de los
demonios.
“Los dos endemoniados curados fueron los primeros misioneros a quienes Cristo envió a
predicar el Evangelio en la región de Decápolis.
Durante tan sólo algunos momentos habían tenido esos hombres oportunidad de oír las
enseñanzas de Cristo.

Conclusión

– Sus oídos no habían percibido un solo sermón de sus labios.
– No podían instruir a la gente como los discípulos que habían estado diariamente con Jesús.
– Pero llevaban en su persona la evidencia de que Jesús era el Mesías.
– Podían contar lo que sabían; lo que ellos mismos habían visto y oído y sentido del poder de
Cristo.

Esto es lo que puede hacer cada uno cuyo corazón ha sido conmovido por la gracia de
Dios. 1a Juan 1:1-3
“Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo
que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida (porque la vida
fue manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os anunciamos la vida eterna, la cual
estaba con el Padre, y se nos manifestó); lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para
que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es
con el Padre, y con su Hijo Jesucristo.”

 

Actividad misionera para esta semana.


Hagan planes para visitar a alguien de la comunidad que se encuentre enfermo o
discapacitado y comparte de Jesus.