Les dijo: —Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas noticias a toda criatura.
Marcos 16:15
Introducción
¡Qué privilegio gozoso es tener parte en proclamar con regularidad el mensaje de salvación!
“Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!” 1a Corintios 9:16
– ¡Qué magnífica bendición es tener el privilegio de llevar este mensaje a otros!. Romanos 10:13-15
– A medida que compartimos con otros estas buenas nuevas de salvación, se fortalecen nuestra propia fe. Salmos 96:2-4.
¿Tiene usted como meta hablar del mensaje de salvación todos los días?
“Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.” Hechos 5:42
– Este Próximo año toma el compromiso de anunciar diariamente las buenas nuevas. ¿Podría usted hacerlo?
¿podría por lo menos orar por una persona cada día?
¡Qué grandioso grito de alabanza al Señor resultaría si todos nosotros pudiéramos hacerlo! Proverbios 11:30
– No debemos desanimarnos en presentar el mensaje del Reino porque la gente no responda a él.
– Más bien, el tener una actitud positiva y aprecio profundo por el mensaje de salvación puede fortalecernos en nuestro empeño de participar diariamente en declarar las buenas nuevas.
– Cuando se aparta tiempo para trabajar en el reino como grupo familiar, Dios toca los corazones de las personas.
Conclusión
Debemos dar el Evangelio a la gente, dejando los resultados a Dios.
Comience por las personas que estan abiertas a oir de la Palabra.
“Oren también para que Dios nos conceda muchas oportunidades de proclamar el mensaje, pues por ello estoy preso.” Colosenses 4:3. NBV