“Y repartiendo los trescientos hombres en tres escuadrones, dio a todos ellos trompetas en sus manos, y cántaros vacíos con teas ardiendo dentro de los cántaros. Y los tres escuadrones tocaron las trompetas, y quebrando los cántaros tomaron en la mano izquierda las teas, y en la derecha las trompetas con que tocaban, y gritaron: ¡Por la espada de Jehová y de Gedeón!”.
Introducción
Los israelitas respondieron al llamado de Gedeón para salir a la guerra, 32,000 de ellos.
Enfrentarían a una fuerza enemiga de 135,000 hombres, sobre cuatro veces su tamaño. No era
un cuadro muy favorable.
Pero Dios le dijo a Gedeón: Jueces 7:2«El pueblo que está contigo es demasiado numeroso
para que Yo entregue a Madián en sus manos; no sea que Israel se vuelva orgulloso, y diga:
‘Mi propia fortaleza me ha librado›»
Es triste pero cierto que, a menos que enfrentemos retos demasiado grandes para
nosotros, siempre existe la tentación de alegar que obtuvimos la victoria por nuestra propia fuerza. Deutoronomio 8:17,18. TLA
No resulta fácil vivir en total dependencia del poder de Dios, pero lo podemos lograr si
nos humillamos y nos sometemos a Él de día en día.
Luego de las instrucciones de Dios a Gedeón, regresaron a sus casas todos los que tenían
miedo, un total de 22,000 hombres.
El próximo paso fue visitar el manantial donde permanecían los restantes 10,000 para reducir
el ejército de Gedeón aún más.
La mayoría se arrodilló a tomar agua, recogiéndola con la mano, mientras que 300 pusieron la boca directamente al agua.
Dios le dijo a Gedeón que se quedara con sólo esos pocos.
“Dijo, pues, Jonatán a su paje de armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos;
quizá haga algo Jehová por nosotros, pues no es difícil para Jehová salvar con muchos o con
pocos.” 1o Samuel 14:6
– No es la multitud la que da seguridad, es la Presencia de Dios.
Tal vez Gedeón al ver el número de soldados con los que iría y las armas que usaría para la
batalla se sintió desanimado una vez más.
¡Cómo me pides que pelee contra mis enemigos con trescientos hombres, y usen una
antorcha, una trompeta y un cántaro como armas de guerra!
Aquella noche los 300 de Gedeón guiados por el poder de Dios, usando sus trompetas,
quebrando sus cántaros y revolviendo las antorchas derrotaron a los madianitas.
Jueces 7: 8:10
¿Qué es lo que nos enseña la Biblia con la experiencia de Gedeón en el contexto de la Misión?
- Así como la minoría conquistó la mayoría, el Señor nos desafia a conquistar el mundo
para Cristo. Si escuchamos su voz y obedecemos sus instrucciones nada nos será imposible.
2. Si queremos conquistar al mundo para Cristo debemos usar muy bien nuestra trompeta.
“Clama a voz en cuello, no te de- tengas; alza tu voz como trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado”. Isaias 58:1
Nuestra voz debe escucharse en todos los rincones de la tierra proclamando las buenas
nuevas de la salvación, Jesus Dijo Mateo 10:32,33 A cualquiera, pues, que me confiese
delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y
a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.
“Debemos levantar la voz y proclamar el mensaje en los caminos, y reunir a todos los
que vendrán a la cena de bodas del Cordero.
“Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se
llene mi casa.” Lucas 14:23
3. Vale la pena destacar el hecho de que la trompeta ( Es la Predicacion del Evangelio)
para que sea eficaz debe estar respaldada por la antorcha (Testimonio).
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y
glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Mateo 5:16
4. Finalmente, nos preguntamos ¿qué pasó con el cántaro? Lo rompieron.
Jueces 7:19
Todos tenemos un cántaro que no nos deja brillar para Cristo, hoy el Señor nos llama a
romperlo de una vez por todas, de tal manera que podamos constituirnos en la luz del mundo.
Conclusión
Esta es, sin lugar a dudas, una de las más poderosas historias de guerra que la Biblia describe, pues en ella se refleja en alto relieve la inmensa grandeza del Señor. Los madianitas eran 135.000, mientras que los soldados hebreos eran sólo 300. Esto nos da una proporción
numérica de 450 contra uno. Sencillamente “misión imposible”, al menos en términos humanos. Pero bien sabemos que lo que es imposible para el hombre, ¡PARA DIOS TODO ES
POSIBLE!
Actividad misionera
Operación Navidad: Prepara unas cajitas de regalos y participa en hacer feliz a un niño y una Familia esta Navidad.