
Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.
Introducción
Para romper el hielo:
¿Cuál es el motivo que más gratitud le inspira hacía Dios?
¿Quisiera hoy, expresar gratitud a alguien aquí presente? ¿Por qué?
Mateo era un niño de ocho años que estaba entusiasmado por compartir un gran plan con su papá y su mamá. Apenas llegó a su casa desde la escuela, fue directamente a donde estaba el papá.
—Papá, papá, quiero hacer algo por Jesús –dijo con entusiasmo–. Quiero organizar un grupo pequeño para mis amigos y vecinos.
—Es una buena idea, Mateo –respondió el papá sonriendo–. Te enseñaré cómo hacerlo.
—Bueno, papá. Muéstrame. Puedo enseñarles canciones y contar historias de la Biblia a los niños –dijo muy animado.

Mateo visitó a sus vecinos y los invitó al grupo pequeño. Invitó también a sus compañeros. La
primera reunión comenzó con solo ocho niños y adultos. Mateo les enseñó muchos cánticos
sobre Jesús y les contó historias de la Biblia. Todos escucharon con gran interés. Recibieron
Biblias que podían usar durante las reuniones. Muy pronto, otros se unieron al grupo que llegó
a tener quince asistentes.
Mateo dio su primer estudio bíblico sobre Juan 3:16. Le encantaba
la historia que dice que Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo único para salvar a todos.
—Papá, cuando sea grande quiero ser pastor –dijo Mateo con decisión–. Quiero ser misionero,
y contar a todos que Jesús los ama y que quiere que estén con él en el cielo para siempre.
—¡Maravilloso, hijo! Comienza siendo un misionero aquí mismo en tu vecindario –le dijo el
papá con una gran sonrisa mientras acariciaba el cabello del muchachito–. Sé que Jesús se va
a alegrar.
“Queda una gran obra por hacer”
“Dios ha enviado un mensaje tras otro para despertar a su pueblo y animarlo a hacer
algo inmediatamente” Joel 3:9.
“Largo tiempo ha esperado Dios que el espíritu de servicio se posesione de la iglesia entera,
que cada miembro trabaje por él, según su capacidad.
Cuando los miembros de la iglesia de Dios efectúen su labor señalada Dios Confirma la
Palabra que compartimos.
“Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.” Marcos 16:20.
“La iglesia de Cristo sobre la Tierra fue organizada con propósitos misioneros.
“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.”
El compartir a Jesús debe ser una forma de vivir. Hechos 1:8
“Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían
juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo.
Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” Hechos 2:46,47.
– Si compartimos a Jesus tendremos crecimiento a nivel personal y en la Iglesia.
– Usted no tiene que ser erudito o educado para compartir a Jesús.
– Somos llamados a ser representantes de Jesús.
– II Corintios 5:20, “Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”.
Conclusión
Las últimas palabras que Cristo dijo a sus discípulos fueron: ‘Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo’.
‘Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones’ (Mat. 28:20