
¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla? 5Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; 6y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.
Introducción
Para romper el hielo:
¿Qué puede alejar a una persona de Dios más fácilmente, las pruebas, las riquezas, o las comodidades?
¿Cuál es el momento de tu vida donde sentiste fuertemente la presencia de Dios?
Hay una hermosa historia acerca de un hombre llamado John Vastra. Era un gran misionero y toda su vida mostró su intenso y profundo amor por las personas. En una de sus historias se cuenta que, al golpear las puertas de las casas presentando la salvación en Cristo, en una de las casas lo atendió una mujer. Al presentarle algunas palabras de las Escrituras, la señora le respondió con palabras muy duras, y le cerró la puerta en la cara.

Vastra quedó profundamente entristecido con la actitud de aquella mujer. Se sentó al frente de la casa y lloró como si fuera un niño. Inesperadamente, la señora que lo había tratado tan mal vio sus sollozos compulsivos. Conmovida por esa actitud, abrió la puerta nuevamente y lo invitó a terminar lo que había comenzado a presentarle a Jesus. Más tarde, esa señora testificó que fue salvada por el gran amor que John Vastra había demostrado por ella en lo tocante a su salvación.
Esta historia es linda y real, y esta mujer representa a una gran cantidad de personas que están lejos de Dios o se han apartado de Él.
En todos los pueblos y ciudades existen personas que se alejaron dl Señor y muchos ellos están dispuestos a volver, pero la barrera del temor, la vergüenza o el desánimo les impide dar ese gran paso.
Dios quiere que seamos sus instrumentos, y con actos de amor sincero podamos facilitar el retorno a la comunión con Cristo y con la iglesia.
Isaias 58:12.
La oveja provoca los acontecimientos al extraviarse, pero el pastor de ovejas es el protagonista que le da una importancia plena a su oveja siendo que tiene 99 consigo, de tal forma que es muy valioso que 99 estén bien, pero perder una es una tragedia que no puede permitir y dispone de todo para recuperarla y traerla consigo.
Es ese Jesús que no excluye a nadie.
Juan 10:11
Un título para esta parábola podría ser: “Dios no da a nadie por perdido” o “No te dejaré perder.”
Y también le podemos dar un nombre partiendo de quien es el que lo llama, si fuera el pastor lo llamaría “Todo por cada una de mis ovejas”.
Si fuera la oveja perdida, le llamaría “Me amó hasta el extremo”.
Conclusión
“¿Cuál era el gozo de Cristo? El gozo de salvar a los perdidos.
Isaias 53:11
Dice el profeta: “Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho”. Por el gozo que le fue propuesto soportó la cruz, menospreciando la vergüenza. Su sufrimiento, agonía y muerte fueron considerados por él como nada a fin de que las almas pudieran ser rescatadas del pecado.
Cada vez que un alma se convierte y se acerca a Jesús, hay gran gozo en el cielo; es un alma salvada, una preciosa alma arrebatada de las garras de Satanás y ofrecida a Jesús como una hermosa prueba de que su sufrimiento y muerte no fueron en vano.
Lucas 15:7, 10.
Actividad misionera para esta semana
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