
“Den, y se les dará:
se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes.”

La imagen que nos presenta el versículo es, un hombre que va al mercado a COMPRAR semilla.
El propietario de la tienda le dice, “La canasta de semilla vale tanto”, de tal manera que echa la semilla en el canasto, la sacude y la presiona para que poder obtener la mayor cantidad de semilla en su canasto.
Esa es la forma en que Dios nos da. Tú le das a Él, Él te devuelve más. Lo agita y te da hasta que sobre abunde. ¡Nuestro Dios es un Dios generoso! Cuando eres consciente de la generosidad de Dios, pierdes el miedo de plantar la semilla que te ha dado. El miedo nos impulsa a retener lo que tenemos, pero la fe nos da el valor de depender de Dios y plantar la semilla.