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LECCION 8 LIMPIEZA

Recuerde: decidimos vivir una vida de arrepentimiento. Nosotros invitamos a que la mirada e Jesús

escudriñara cada parte de nuestro corazón. Dígale otra vez, Conóceme, Señor.

Después del arrepentimiento viene la limpieza. Una forma en la que los creyentes son limpiados es por medio de lo que la Escritura llama, el rociamiento de la sangre de Cristo (Hebreos 12:24; 1 Pedro 1:2). Este no es un lenguaje común en nuestra cultura, por ello déjeme explicarle, qué es lo que la biblia quiere decir.

La idea de rociamiento viene de la época del Antiguo Testamento, cuando el sumo sacerdote mojaba sus dedos y rociaba la sangre del sacrificio sobre varias cosas, tales como el altar, los sacerdotes, el pueblo y el propiciatorio. Esa práctica apunta a la cruz de Jesús. Ahora, Jesús nos rocía y lava con su propia sangre, que derramó en el Calvario (Apocalipsis 1:5).

“La sangre de Jesús es el detergente más poderoso del universo. Es lo único que limpia la consciencia de una persona.

Acá está el pasaje principal del Nuevo Testamento que habla de ser rociados con la sangre de Jesús:

[edgtf_button type=”wired” text=” “Así que, amados hermanos, podemos entrar con confianza en el Lugar Santísimo del cielo, por causa de la sangre de Jesús…entremos directamente a la presencia de Dios con corazón sincero y con plena confianza en Él. Pues nuestra conciencia culpable ha sido rociada con la sangre de Cristo a fin de purificarnos.” (Hebreos 10:19,22) (Nueva Traducción Viviente)” target=”_self” icon_pack=”” font_weight=”” text_transform=””]

Dos cosas nos acusan de pecado: nuestra conciencia y Satanás (el acusador). Donde uno se va, el otro continúa. Ambos son silenciados completamente por el rociamiento de la sangre de Cristo.

La sangre de Cristo lava nuestras conciencias tan a fondo, que realmente nos sentimos limpios. ¡Sentirse limpio delante de Dios, es el mejor sentimiento del mundo!

Cuando Satanás nos acusa de pecado, la sangre de Jesucristo lo calla. Apocalipsis 12:10-11 dice que nosotros vencemos al acusador, por la sangre del Cordero. Cuando nosotros estamos cubiertos con la sangre de Cristo, el acusador es amordazado. La sangre lo calla. Esta es la gran noticia.

“Usted no tiene que ser rociado con la sangre solamente una vez en la vida, así como usted no se baña solamente una vez en la vida. Usted puede ser limpiado por la sangre de Cristo, tan frecuentemente como usted sea contaminado en el mundo. Para muchos de nosotros, eso es todos los días.

ORE. Yo sugiero esta simple oración, Jesús, rocíame con tu sangre. Por fe, véase a usted mismo bajo la sangre de Cristo. Ahora su conciencia es limpiada. Usted dejó atrás la condenación y la acusación.

David también oró por limpieza:

 

[edgtf_button type=”wired” text=” “Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.” (Salmo 51:7)” target=”_self” icon_pack=”” font_weight=”” text_transform=””]

Una rama de hisopo era usada para poner la sangre del cordero pascual en los dinteles de las puertas de una casa (Éxodo 12:22). Hisopo, entonces, representaba la limpieza por la sangre del cordero. David estaba confiado que el lavamiento de Dios le dejaría limpio de adentro y de afuera.

ORE. Exprese su confianza en la sangre de Jesús. Agradezca a Dios por esa provisión gloriosa. Adore al cordero de Dios quien es digno de toda honra y alabanza. ¡Regocíjese en cuán limpio usted está ahora!

Tome un consejo de Jesús:

[edgtf_button type=”wired” text=”“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mateo 6:33)” target=”_self” icon_pack=”” font_weight=”” text_transform=””]

La justicia de Dios nos es dada cuando ponemos nuestra fe en la cruz de Cristo. ¿Por qué Jesús nos dijo que busquemos la justicia primeramente? Porque Su justicia nos hace tener confianza para entrar al trono de la gracia. Jesús nos dijo que buscáramos Su justicia, primeramente, porque Él quiere que nosotros nos acerquemos a Él en intimidad.

Decida entonces, ser limpiado diariamente con la sangre de Cristo y acercarse a Dios. Así es como nosotros buscamos la justicia de Dios y honramos el sacrificio del Calvario.

Deténgase por un minuto. Este es un momento importante en su Reinicio de oración. Usted está poniendo una marca en su historia con Dios. Usted está decidiendo ser limpiado diariamente por la sangre de Cristo que ha sido rociada. Esto significa que cada día la voz de su conciencia será satisfecha y el acusador será silenciado. Usted tendrá una gran confianza para acercarse a Dios cada día.

ORE. Pida a Dios que le recuerde cada día la necesidad de ser limpiado espiritualmente. Dígale a Él que usted desea buscar Su justicia continuamente. Agradézcale por abrir un camino, a través de la cruz, para que usted pueda vivir en Su presencia cada dia, todos los días.

Usted está súper-limpio ahora mismo en la presencia de su Padre. ¡Disfrute su estancia en el cuarto del trono el dia de hoy!