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LECCION 2: YO IRE! ENVÍAME A MI!

Después oí que el Señor preguntaba: «¿A quién enviaré como mensajero a este pueblo? ¿Quién irá por nosotros?». —Aquí estoy yo —le dije—. Envíame a mí.

Introducción

Para romper el hielo:

¿Cual ha sido el momento de su vida que más angustia ha experimentado? ¿Cual es el
acontecimiento de su vida que le ha proporcionado más alegría?

Esta experiencia en el templo transformó la vida de Isaías. Allí́ escuchó el llamado de Dios:

“Aquien enviaré y quien irá por nosotros?”.


Isaías llegó a enfrentar las prioridades de su Dios. El cielo entero está profundamente involucrado en una misión

gigantesca de rescate del planeta tierra.


Esa es la labor de los ángeles del cielo y de los miembros de la Trinidad. Todavía ante la
presencia del Señor, Isaías dice: “Heme aquí́, envíame a mí”.
Isaías gastó el resto de su vida en el servicio del Señor.

 

Todos necesitamos ver lo que Isaías vio, oír lo que Isaías oyó́, sentir lo que Isaías sintió́, para
poder hacer lo que Isaías hizo.

1. Lo que Isaías vio. (6:1)

 

  • Vio al Dios de la gloria. Vio a Jesús en toda su gloria.

 

  •  La mayor necesidad de cada cristiano es tener un encuentro personal con el Dios de la
    gloria como le ocurrió́ a Isaías.

 

  • Esa experiencia es la que nos puede transformar y habilitar, para proclamar con poder
    las buenas nuevas de salvación.

 

  • Fue después que Saulo de Tarso tuvo un encuentro personal con el Dios de la gloria,
    que fue capacitado para ser un poderoso misionero, capaz de ganar a muchos para
    Cristo por el poder del evangelio.

Necesitamos esta experiencia, procuremos un encuentro personal con la gloria de Dios
diariamente, antes de ir a proclamar la salvación en Cristo.

2. Lo que Isaías oyó́. (6:3)

  •  Oyó́ proclamar la santidad de Dios. SANTO, SANTO, SANTO. Aquí́ es evidente que Dios
    nos quiere impresionarnos con su mayor atributo: LA SANTIDAD.

 

  •  Dios necesita santificar a cada cristiano, antes de enviarlo a cumplir la misión.
    La búsqueda de la santidad debe ser un requisito fundamental si queremos que nuestra
    obra sea aprobada por Dios.

Esfuércense por vivir en paz con todos y procuren llevar una vida santa, porque los que no son santos no verán al Señor. Hebreos 12:14

  • El apóstol aconsejó, “Procuren estar en paz con todos y llevar una vida santa; pues sin la
    santidad, nadie podrá́ ver al Señor”.

3. Lo que Isaías sintió́. (6:5)

“¡Ay de mí, que soy muerto! Porque siendo hombre de labios inmundos”.

Cuando nos comparamos con los demás nos sentimos bien, nos sentimos buenos. Cuando nos
encontramos con Dios se revela nuestra verdadera condición. Dios es quien perfecciona
nuestra debilidad.

4. Lo que Isaías hizo. (6:8)

  • Isaías no se quedó lamentando su condición pecaminosa,
    El Tomo la actitud de un siervo y dijo: “Heme aquí́ envíame a mí”.

 

  •  Después de encontrarnos con Dios personalmente, comprender su Santidad y reconocer
    nuestra condición de pecador, empezamos a tener un sentimiento de deuda, de hacer
    algo por Dios y entonces decimos: YO IRÉ, envíame a mí.

Conclusión

¡Cuanto necesita cada cristiano ver la gloria del Señor cada día!
¡Como necesitamos percatamos de nuestra gran necesidad! ¡Cuanto necesitamos que la gracia
sanadora del evangelio traiga paz a nuestro corazón! ¡Cuanto necesitamos entender la
magnitud de la tarea divina que Dios ha asignado a cada uno!

 

Actividad misionera para esta semana:


Conéctate con tus vecinos de una manera creativa. Que cada miembro del grupo se proponga
durante esta semana Invitar a tu grupo, a la Iglesia, o a un café́ a alguno de sus vecinos con un
propósito misionero. Hablarles de Jesús.