Dios nos recuerda que las pruebas de todo color y tamaño, incluso las más desagradables, son a menudo oportunidades del cielo para madurar como seguidores de Cristo.
Mientras transcurre hoy tu día, considera cada situación desafiante que enfrentes como una manera de parecerte más a Jesus. Cuando veas las circunstancias de tu vida a través de los ojos de Dios, no te sentirás desconcertado si tus planes son interrumpidos. No te quejaras ni rezongaras. Responderás con un corazón agradecido.
Señor Dios, sé que mis pruebas son parte de la vida y que tu las usas para hacerme crecer. Ayúdame a dar gracias en todas circunstancias.