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LECCION 73: RESULTADOS DE UN ENCUENTRO CON DIOS

‘Aquella misma noche Jacob se levantó, tomó a sus dos esposas, a sus dos esclavas, a sus once hijos y cruzó el río Jaboc. Una vez que lo habían cruzado, hizo pasar también todas sus posesiones, quedándose solo. Entonces un hombre luchó con él hasta el amanecer. Cuando este se dio cuenta de que no podía vencer a Jacob, lo tocó en la coyuntura de la cadera y esta se le dislocó mientras luchaban. Entonces dijo: —¡Suéltame, que ya está por amanecer! —¡No te soltaré hasta que me bendigas! —respondió Jacob. —¿Cómo te llamas? —le preguntó el hombre. —Me llamo Jacob —respondió. Entonces le dijo: —Ya no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres y has vencido. —Y tú, ¿cómo te llamas? —preguntó Jacob. Él respondió: —¿Por qué preguntas cómo me llamo? Y en ese mismo lugar lo bendijo. Jacob llamó a ese lugar Peniel, porque dijo: «He visto a Dios cara a cara y todavía sigo con vida». ‘

Génesis 32:22-30

Introducción

‘Luchó con el ángel, y lo venció; lloró y le rogó que lo favoreciera. Se lo encontró en Betel y allí habló con él; ‘

Oseas 12:4

Dios había escogido a Jacob. Jacob amaba a Dios, pero tenia actitudes incorrectas que Dios quería arreglar.
 
Cuando tienes un encuentro con Dios, habran cambios en tu vida.
 
I- Dios cambio el nombre de Jacob
 
A. En vez de tramposo, ahora se llama príncipe.
 
– Ya no puedes ser el de antes. 2a Corintios 5:17
 
B. Dios quiere darte un nombre nuevo.
 
¿Has tenido un encuentro con Dios?
 
Dios quiere bendecirte, pero El espera algo de ti. ¿Estas dispuesto a rendirlo todo?
 
– Él quiere cambiar ciertas actitudes tuyas, pero tu tienes que ceder voluntariamente. El no te obliga, es tu decisión
 
– No es facil. A veces no podemos entender lo que Dios esta haciendo en nuestras vidas, pero el tiene la razón
 
– Pero no sacas nada luchando con Dios, tienes que ceder aunque te
cueste lagrimas.
 
A veces es necesario llorar en la presencia de Dios. Ezequias lloró y oro y Dios lo sanó. 2 Reyes 20:3
 
Josías se humilló y lloró y Dios oyó su oración. 2 Reyes 22:18-20
 
Pedro lloró amargamente su pecado y fue perdonado. Mat. 26:15 La mujer pecadora lloró a los pies de Jesús y alcanzó el perdón de sus pecados. Luc. 7:28
 
Maria de Betania lloró a los pies de Jesús y Él resucitó a su hermano
Lázaro. Jn 11:23. Maria Magdalena lloró ante la tumba vacía y Jesús mismo se le apareció. Jn. 20:11-17
 
Porque “al corazón contrito y humillado, Dios no lo desprecia”. Sal. 51:17
 
Dios quiere encontrarse contigo. El quiere que tu rindas tu voluntad a la Suya y cambies algunas actitudes que tu tienes que no son de su agrado