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LECCION 54: ¿QUE ES LA PALABRA DE DIOS? PARTE I

Lámpara es a mis pies tu palabra,
Y lumbrera a mi camino. Salmos 119:105

Introducción

La palabra de Dios es poderosa produce cambios en el hombre. Salmo 19:7-11.
La palabra de Dios no está muerta, sino que vive con el Señor, nunca dejará de ser porque Dios es eterno.
Isaias 40:8
 
Aunque muchos la tengan en poco, los hijos de Dios sabemos del poder de limpiar la mente del hombre. Salmo 119:9
 
Podemos conocer la palabra de Dios de muchas maneras que encontramos en ella misma.
 
1) AGUA QUE LIMPIA (EFESIOS 5:26)
 
La palabra de Dios es esa agua que limpia nuestro ser, que nos purifica pues nos
enseña los caminos de Dios.
 
Al hacernos hacedores de la palabra somos limpios, pues la palabra no nos lleva a hacer lo malo, sino todo lo contrario, a hacer la voluntad de nuestro Padre que está en los cielos.
 
2) ES LUZ (SALMOS 119:105)
 
 También la palabra de Dios es nuestra luz, la que nos alumbra el camino por donde debemos andar. Para mostrarnos lo malo en nuestra vida y la forma en que podemos dejar de hacer lo malo y hacer lo bueno. La palabra del Señor nos alumbra nuestros pies para que caminemos por su verdad.
 
3) ES ALIMENTO (DEUTERONOMIO 8:3)
 
El pueblo de Israel comió maná, pero no solo podemos alimentarnos de algo material. Nuestra necesidad más grande no es material sino espiritual, la salvación de nuestra alma. Para que nuestro cuerpo subsista necesita alimento, para que nuestra alma subsista necesita la palabra de Dios.
 
Dios nos alimenta con su palabra, palabra no adulterada, pura. Debemos alimentarnos de ella y no contaminarla para que su efecto en nosotros sea el deseado por el Señor.
 
4) ES LECHE ESPIRITUAL (1 PEDRO 2:2)
 
Es por la palabra que podemos crecer en la vida espiritual y por medio de ella alcanzar el conocimiento de Dios que nos santifica y purifica para presentarnos aceptos ante nuestro Señor. Es el alimento que nos permite crecer en la vida espiritual hasta alcanzar la estatura del varón perfecto.
 
La palabra de Dios es el alimento espiritual, pero es como la leche que se le da a un recién nacido, que necesita desarrollarse hasta alcanzar la edad adulta.