Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. Romanos 13:11
Introducción
Como hijos de Dios, estamos llamados a manifestar la vida espiritual, para ganar personas para Cristo. Pero también estamos llamados a producir y disfrutar de todas las bendiciones integrales.
I. DESPERTAR ES DE VITAL IMPORTANCIA PARA NUESTRO DIOS.
Una pobre actitud hacia el reino de Dios, trae como consecuencia un espíritu adormecido. Dormirse en este tiempo ultimo de la Historia sin aceite representa un peligro Mortal. Ej/ Las virgenes sin aceite. Mateo 25:1-13
El adormecimiento nos desconecta espiritualmente, nos aleja el propósito de Dios y sus bendiciones. Necesitamos estar con vigor, animados y fortalecidos”, para dar testimonio de Dios en estos días.
II. RAZONES POR LAS CUALES EL ESPÍRITU DUERME
El espíritu se duerme por el hábito de posponer y dejar a Dios por ultimo. A si ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada. Hageo 1:2
Cuando perdemos el interés y nos volvemos indiferentes por las cosas de Dios. Mateo 6:33.
No podemos posponer, lo que Dios ha demandado de nosotros. Juan 4:35
También el espíritu duerme cuando se establecen prioridades incorrectas en el reino de Dios. Mateo 6:33 ¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta? Hageo 1:4.
Muchas veces tenemos fuerzas para trabajar por las responsabilidades económicas, pero no por las de Dios.
Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a este señaló Dios el Padre. Juan 6:27
El Señor reclama de nosotros el primer lugar de lo que somos, por medio del Él.
“y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.” Apocalipsis 2:3-5.
El orden de prioridad que establezcamos en nuestras vidas, dirá por sí solo cuánto significa Dios y Su propósito para nosotros.
Hay cosas en la vida que no pueden ser pospuestas, sobre todas aquellas relacionadas con la vida espiritual.
Pregúntate:
¿Cómo estoy, y como va mi crecimiento espiritual, familiar, discipular y económico?
¿Tengo una vida activa en la oración, para que los resultados en mis peticiones se hagan realidad?
¿Estoy avanzando o estoy detenido en mi vida espiritual?
Si es así, ¿qué te impide hacer los cambios?
