1No te inquietes a causa de los malvados ni tengas envidia de los que hacen lo malo. 2Pues como la hierba, pronto se desvanecen; como las flores de primavera, pronto se marchitan. 3Confía en el Señor y haz el bien; entonces vivirás seguro en la tierra y prosperarás. 4Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. 5Entrega al Señor todo lo que haces; confía en él, y él te ayudará. Salmos 37:1-5
Introducción
La Prosperidad de Dios para sus hijos va muy ligada a la vida espiritual de la persona. 3a Juan 1:2.
Veamos algunos consejos necesarios.
1- Confiar en El Señor. V. 3.
– Hay una gran diferencia entre confiar en Dios y mantenerse continuamente esa confianza.
– La estrategia del enemigo es hacer que perdamos la comfianza en Dios y creer que el nos fallo.
– Confiar en Dios es la resistencia en medio de la adversidad. Numeros 23:19.
2- Deleitarse en El Señor. Salmo 37:4 TLA.
– Deleitarse en entregarle a Dios todo nuestro amor.
– Deleitarse es tener un placer de animo, agrado, dicha en permanecer junto a Dios.
3- Encomendar y Esperar. Salmo 37:5.
– Colocar nuestros planes en las manos del Señor y esperar su Aprobación. Ej/ David. 1o Samuel 30:8.
– Preguntale siempre al Señor si el esta de acuerdo con ese Plan o esa desicion que tienes. Salmo 16:8
3- No te Alteres por la Prosperidad de Otro. Salmo 37:7-10.
– La envidia puede hacernos resbalar. Salmo. 73:2,3,16,17.
– Dios ya nos bendijo con toda bendición, es cuestión de obediencia. Efesios 1:3. Isaias 1:19,20.
– Nosotros decidimos si o no somos bendecidos.
