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LECCION 30: EL DON DE DISCERNIMIENTO DE ESPIRITUS

‘A uno le da el poder para hacer milagros y a otro, la capacidad de profetizar. A alguien más le da la capacidad de discernir si un mensaje es del Espíritu de Dios o de otro espíritu. Todavía a otro se le da la capacidad de hablar en idiomas desconocidos, mientras que a otro se le da la capacidad de interpretar lo que se está diciendo. ‘

1 Corintios 12:10

Introducción

El Don de Discernimiento es la capacidad sobrenatural de distinguir entre espíritus buenos y malos, o entre lo que viene de Dios y lo que no.

Para Que es esencial el Discernimiento

Entender La voluntad De Dios.

• Necesitamos capacidad de poner atención a sus instrucciones.

Distinguír entre La verdad y La Mentira, entre lo bueno y lo malo.

Proverbios 14:15 “El simple todo lo cree; Mas el avisado mira bien sus pasos.”

Hechos 16:16-18. “Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación. Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, este se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.”

David distingue La mentira de una mujer enviada por Joab.2o Samuel 14:2-19.

Reconocer la Voz De Dios y La Voz del Enemigo.

• Dios nos ha creado con propósitos específicos para cada uno de nosotros en particular. Él siempre nos da indicaciones claras para lograrlos y nosotros podemos percibirlo por medio de lo que vemos, oímos y sentimos a fin de someternos a su voluntad y proceder sin temor a equivocarnos.

La fuente del discernimiento espiritual

El Espíritu Santo. Antes de ascender al cielo, el Señor Jesús prometió a sus discípulos que no los dejaría huérfanos sino que el Padre enviaría a una persona en su lugar. Lo dijo así: “el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Jn 14.26). Y el mismo Espíritu Santo es quien nos instruye, nos ayuda a entender la verdad y nos recuerda las enseñanzas de Cristo.

Debido a que está con nosotros (Jn 14.16), Él nos capacita dándonos el discernimiento espiritual que necesitamos, pues también mora en nosotros (v. 17). Gracias a sus instrucciones jamás tenemos que tomar decisiones por nuestra propia cuenta (Jn 15.26).

La Palabra de Dios. Salmo 119.130 nos dice que la exposición de las palabras de Dios alumbra, es decir, que es la base de todo discernimiento.

No hay ni un solo asunto ni problema moral en la vida para la que no encontremos solución en la Biblia. Nuestra capacidad para captar la clave para obtener el mejor resultado aumentará a medida que nos esforcemos por atesorar en nuestro corazón los principios bíblicos. Con el paso del tiempo nuestra mente se saturará de ellos de tal manera que aprenderemos a ver su aplicación en cada situación, como la afirma Pablo (1 Co 2.14, 15).