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LECCION 15: QUE SE DESPIERTE TU ESPIRITU

En el año primero de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del Señor anunciada a través de Jeremías, despertó el Señor el espíritu de Ciro, rey de Persia, que hizo proclamar de palabra y por escrito lo siguiente: Esdras 1:1

Introducción

– Dios visita y despierta Su buena Palabra.
 
“Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar.” Jeremias 29:10
 
– Solamente se puede hacer la voluntad de Dios cuando el espíritu es movido, inspirado y despierto.
 
– No se le puede servir a Dios mecánicamente, por eso Él lo visita y despierta Su buena Palabra.
 
– Muchos tienen apariencia de piedad pero tienen el espíritu dormido. 
 
“Que tendrán apariencia de piedad, pero negarán su eficacia. Apártate de ellos”. 2 Timoteo 3: 5.
 
– Solo se puede hacer la obra de Dios con un espíritu despierto.
 
– El espíritu es despertado para producir tanto el querer como el hacer. 
 
“Dios está obrando entre ustedes. Él despierta en ustedes el deseo de hacer lo que a él le agrada y les da el poder para hacerlo”. Filipenses 2:13 (PDT)
 
1. Eres despertado para hacer su obra.
 
En el año primero de Ciro, rey de Persia, para que se cumpliera la palabra del Señor anunciada a través de Jeremías, despertó el Señor el espíritu de Ciro, rey de Persia, que hizo proclamar de palabra y por escrito lo siguiente: Esdras 1:1
 
– Babilonia era la sociedad más pagana que existía.
 
– Dios escoge esta sociedad para despertar su espíritu.
 
– Ciro tuvo que reconocer que Jehová era el Dios verdadero y que le había sido encomendada una obra la cual debía hacer, está sola se podría realizar con un espíritu despierto.
 
– Un creyente con espiritu despierto Consultan a Dios. 1 Samuel 30: 8.
 
2. A los que Dios despierta le da recursos. Isaias 45:3
 
Te daré tesoros ocultos, riquezas bien escondidas, y reconocerás que soy el Señor, aquel que te llama por tu nombre, el Dios de Israel. Isaias 45:3