En su contexto, este versículo realmente anima a los cristianos a ser maduros y a aceptar sus responsabilidades. Pedro identifica la clave “descargar nuestras angustias” como humildad: “Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes. Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo. Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.” (1 Pedro 5:5-7, NVI). ¿Por qué conecta Pedro nuestra ansiedad con la humildad ante Dios?